23.6.12

Circus

El Circo de medianoche ha comenzado su marchar.

 ¡Viva!

Una mujer de desordenados volúmenes, quita a los durmientes su tranquilidad, pues gime, goza, salta, exclama y ríe. Ha provocado que lumbre habitada contemple la roja oscuridad, calientes, perdidos y cansados, ojos fijados en la infinitud del cielo.

¡En esta fiesta, solo ella puede soñar!

Quieren huir, pero ya es tarde. (Mañana toca laborar, hay que esperar, ya habrá de callar).

El Circo de medianoche ha comenzado su función y...

 ¡Dios mio! lo comido y lo bailado ¿Quién se lo podrá quitar?

No es el amor sino un sueño

No es el amor sino un sueño, 
no es el sueño sino una flor,
deshojada en el claro otoño,
en septiembre, verso y beso.

¿Qué sueños vendrán desde el ancho mar? ¿qué ideas caerán maduras de su frondosa cabeza?
 Deseo que me acompañes a caminar, más allá de mi mal ánimo, hacer barquitos de papel que se pierdan lejos y durmientes.

22.6.12

¡Tú no tienes Marías que se van!

"Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo 
no es costra fermentada en tu costado: 
¡tú no tienes Marías que se van!" 
César Vallejo

 ¿No te has sentido alguna vez, amigo mío, un personaje inmerso en una gran y extraña nivola? como si de Niebla se tratará, desafío a mi autor en el diario vivir; pero este Señor vengativo me alecciona, tumbando por completo las pretensiones de poder ser mi pequeño dios.

 Hace ya tiempo de la vez que viaje a ver a los mios, allá en las tranquilas tierras de mi natal San Vicente. Era Domingo y día "de la madre", y como buen hijo fui a ver a mi mamá, acompañándola devotamente a todas partes; e incluso, a su sagrada misa.

 Estaba ahí presente en cuerpo (porque en alma me iba y venia, inmerso en ideas, pensamientos, locuras de que aquellas que atacan de vez en cuando, que me hacen muchas veces olvidar completamente donde estoy) hasta que lloró. Sí, hasta que él lloró: el sacerdote, que reflexionando la lectura, dentro del sermón dominical a los oyentes, se había quebrantado, se hubo en un momento cubierto en llanto. Había recordado a su madre enterrada hace unos días. Pidió disculpas, tomo agua y continuo; pero en mi cabeza ese llanto había congelado y borrado todo lo que pensase. Ese llanto, había traído (¿resucitado?) a Vallejo; pues veía en el rostro de aquel hombre, los ojos húmedos de quien vio a María irse, ascendida a los cielos.

 Amigo, ¡realmente había quedado perturbado!, mi cabeza no hacia más que repetir una y otra vez un verso, "¡tú no tienes Marías que se van!"; me atacaba, se repetía como maldición, me recordaba que nada (y nadie) amado es eterno.

 "¿Cómo será el mundo cuando no pueda yo mirarlo/ ni escucharlo ni tocarlo ni olerlo ni gustarlo?/ (...) ¿cómo será el mundo sin preguntas?". 

¿Cómo sera el mundo sin preguntas? Solitario, simple, hasta utópico ¿Pero sin tu madre, sin tener ese regazo que siempre espera dispuesto a acogerte? No, no lo puedo concebir.

 Mi amigo ¿por qué tiene que ser una simple "tragedia" la muerte de un hijo y sólo un "hecho de vida" la pérdida de una madre? ¿sólo porque uno llegó después que el otro? ¡Tú que estás en los cielos, no sabes! ¡No! nunca has sentido ese miedo, el miedo, esa terrible espina que te perfora el alma; ese miedo de que alguna vez Madre ya no estarás ahí.

(Se me hace un nudo en la garganta)

12.6.12

Tragedia Griega

"¡Un beso, mi reino por un beso!" gritó, desconsolado, el amante viendo partir a su amada.

Triste, maldito, irritado se cubre el rostro, maldiciendo a la Luna. ¡Por qué la iluminaba a ella!, al darle su luz, aquella majestuosa luna, hacia visible su miserable huida.

Un beso por un alma, una lágrima, un otoño borrando las primaveras en su corazón...

"¡Un beso, mi reino por su beso!" gritó, finalmente, el amante que vio partir a su amada.




Escena siguiente, un salto... y un abismo que jamás devolverá lo escondido.

11.6.12

Tregua

- "¡Tregua!", gritó, ya cansado.

Su sombra le había permitido un descanso, hoy la lucha no tenia la gracia de siempre. Se sentía algo distinto . Algo le ha pasado a su contendiente, y lo único que hace es dar golpes, sangrientos y profundos golpes, todos perdidos, todos al aire, sin mediar alguna repuesta; esto la aburre y cansa. Hasta que él, finalmente, cae.

- "¿Qué te sucede?" le pregunta, en un momento de silencio.

- "Me he enamorado... " le susurra su contendiente.

Caía. Caía al suelo riendo. Su rostro, transformado por la risa. Su cuerpo, quedando inmóvil. La sombra, alarmada, intenta hacer algo. Lo toma, lo remece, le grita, lo golpea. Él ríe apenado.
¡No podía ni quería perder a su compañero de juegos! ¡No, no quería acabara esto! pero todo era inútil. La enloquecedora ira la hizo gritar invocando a la Sombra.

- "Máldita aquella amada que me quitase a mi compañero, ¡qué desaparezca! ¡qué desaparezca en este instante de este mundo, te lo ruego, mi Señor!", clama.



Y se hace la luz, y ella desaparece.

10.6.12

El día comienza

"Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también
me agota escuchar que todo va bien"
-Ismael Serrano
El día comienza, revuelto, entre ideas
y malos sueños; cansado estoy de caer.
Desde las sábanas, puede que salte
por miedo, frente sus calientes fronteras.

En eso, te veo, y pienso en el milagro
de estar ahí, quieto, seguro y cobijado;
respiro en tu boca, invadiendo tus señoríos,
acorralada quedas "¡la vida o tus labios!".

                          ***

Ya ves, a veces me canso de ser hombre,
también me agota escuchar que todo va bien;
solo sentirte ahí en mis brazos, sonriente, fiel.

Ya ves, a veces me canso de ser hombre,
y no deseo más que esconderme en tus tierras,
con excusas, siempre ser señor de tu mirar.

7.6.12

El corazón llama al corazón

El corazón llama al corazón, llora. ¿Por qué no lo intentas? ¿por qué lo evitas? ¿Acaso crees que así eres fuerte? ¡llora! Deja atrás [encima y/o adelante] la tristeza, deja de lamentar, de pensar, de amar, de susurrar,de recordar... ¡¡llora!!
¡Llora como llora el niño! a corazón abierto, en sagrada suplica maternal. Solo llora, hacelo como el joven: siempre enamorado, como ejercicio, de vez en cuando desolado (muchas veces, solitario). Simplemente, llora. Llora, pacifico, viejo hombre perdido, cansado, nostálgico, soñando el antaño, que oro fue.
Completa, tristemente, cariñoso, pausado ¡llora!; porque quizás después de la tormenta salga el Sol...
... o sencillamente, nada.

5.6.12

Hombre en llamas

Un hombre en llamas,
cae frente a la Moneda,
fulminado por el ángelus
de lamento, de luz,
de enfermedad.

Grita desconsolado,
sus quejas no han escuchado,
“no quedo otra” explica
ante el tribunal celestial.

En este mundo descomunal
siento su fugacidad,
siente su triste encender
y por el olvido perecer.

Dime, Miño,
Que es morir de soledad
tu recuerdo quemar,
solo para que te pudieran escuchar



1.6.12

¿Qué es el miedo?

¿Qué es el miedo? es ignorancia, perdida de la razón y el entendimiento; es soñar de espalda al mundo, pues ya no te satisface; es no tener futuro pues el pasado hoy lo ha consumido; tener la piel de gallina, ojos y lengua de serpiente; es incertidumbre de seguro fin y final de cuento vivido; es verte partir y no saber si voy a estar ahí para recibirte... porque, tal vez, ya habré decidido irme.

Luna llena (Parafraseo de una canción)

Luna llena, ¿me puedes decir si por alguien ella espera? ¿Espera por mi amor o por el amor del otro?
Hace mucho que la ando buscando. Si la ves, dile que la estoy soñando, porque aquí, en esta ventana, extraño su amor.
¿La conoces? Si, claro que la conoces, porque abajo tu luz con palabras como una canción prometió que amaba y al instante le entregué yo mi vida.
¿Te acuerdas? Dime entonces, por favor, donde andará. Si ríe o llora, para acompañarla al son de su deseo; Si quiere silencio, y yo cubrirla en mis brazos; si desea gritar, y yo poder prestarle mi boca; si esta sufriendo, y yo poder darle mi aliento; o, en el caso que así fuera, dime si a otros brazos le esta prometiendo lo que a mi me prometió.
Luna llena, no ves mi tormento.
Por su culpa yo me enamore, mi luna llena, mi blanca mujer.
Por ti, ya no habrá consuelo