Nuestro momento

"Somos hombres, todo lo deseamos, todo lo queremos nuestro, o por la razón y el encanto, o por la fuerza y las pasiones. Y el arte no tiene que ser diferente. Ellos ven una película, ven una noche estrellada, escuchan una canción en un momento dado, y dicen que es 'suya': 'nuestra' historia, 'nuestra' estrella, 'nuestra' canción. Todo se vuelve humano, de, por y para el hombre..."

 Mauricio nada más hablaba y concluía con estruendosa sonoridad. Él quería darle un sentido al mundo. Iza nada más lo dejaba ser, para ella estaba bien. Ella sólo quería disfrutar su momento.

"id como una plaga contra el aburrimiento del mundo"

 de "Encargo" de Erza Proud

¡Luces!

 Son luces, luces, ¡luces! ¡me invaden luces! entran por mi cuerpo y me iluminan, y me consumen. Miedo, les tengo miedo, no puedo evitarlas, luces, luces, ¡luces! iluminan y no me quieren dejar ir ¡luces! ni calurosas, ni frías, ya no siento, sólo me obligan, me iluminan en los cielos, me alzan grande ante la penumbra y me desplazan fuera de la oscuridad, me llaman "Sol", pero yo no las quiero, no quiero ese nombre, no quiero seguir siendo violado por luces, luces ¡luces! que me consumen quitándome la eternidad y el descanso.

Mi love

Tengo dudas. Vago con mis pensamientos y no creo en lo que es un destino. Camino. Creo en la luz que me atrae al día a día, disfruto la oscuridad que descansa mis ojos. Camino. Siento el amor, reflejado en ella, mi amada. Camino y estoy vivo. Comprendo que las tareas nunca han cambiado, son las mismas de siempre y siempre estarán ahí. Camino, por diferentes caminos. Camino y estoy vivo. Camino y siento. Gracias. Te amo.

Silencio. No hay música. Sólo se escuchan roces y risas intermitentes. Nadie fuma. Esta prohibido.

S. S.

¡Ven! Ven a vivir el sin sentido, a trabajar sin sentido; Bebe sin sentido, come sin sentido, ve sin sentido, y siempre, ríe sin sentido.
¡Ven! El río no deja de sonar, trae las piedras sin sentido; Beben sin sentido, comen sin sentido, ven sin sentido, y a veces, ríen sin sentido.
¡Vete! La señora noche se encumbra, en los cielos sin sentido; Bebo sin sentido, como sin sentido, veo sin sentido, río sin sentido... y por momentos, también sin sentirlo.

Los porqués

A veces me gusta soñar que no hay gravedad en este mundo, que nada esta fijo a esta tierra, que los besos nada más son los dados al viento, y que todo está bien... porque sí, porque no, porque no sé si son bastantes los porqués para no soñar un día que no hay gravedad en este mundo.

Entonces vimos lo eterno y comprendimos que no era lo que queríamos. Se tú la muchacha que huya del cielo, que yo sólo sé de lo terrenal.

Hay veces...

 Hay veces en que la desilusión de la vida invade, me entristece no ser el que corresponde. ¿Por qué ir adelante mirando el suelo siendo que en el horizonte hay aún tanto por alcanzar? Sueño con la tranquilidad alcanzar algún día y reír para siempre.
 La Cruz en lo alto observa a los devotos mientras se arrastran por los suelos.

Cielo

Dame tu sonrisa de cada día, para revivir luego en el carnaval de caricias, entre tú y yo, entre nosotros.
Se mi musa del amanecer, la diosa de mis atardeceres.
Ven, y cubre con tus achocolatados pasos mi risa y has de mi sueño el paso a tu cielo.

Amén.

Digamos que está bien, seremos unos más o unos menos de vez en cuando ¿más o menos? seremos tú, yo y nosotros, sí, a veces, gracias por venir.

Es la rabia...

Es la rabia, la rabia que me invade, la rabia del fin. No sé cuantos pensamientos pasaron por ti ni que luz alumbro tu decir, pero no, no fue el bien, lo que encontraste al decir no era el fin ni la tranquilidad, no, "el fin" no, nunca fue el fin de mis problemas, fue el comienzo de mi pena, y de mi rabia... no acaba, la siento subir por mi vientre e invadir mi pecho, la siento en mis brazos y en mis manos que golpean el aire, ciega e iracunda; la rabia invade mi lengua llenándola de triste veneno que no sé por cuanto puedo tragar; y para acabar, por asalto invade mi mente, sin dejar a salvo a ninguno, sin perdonar, sin piedad ni misericordia, haciendo de ella un llanto de rabia, una lluvia que no descansa, una violencia, un azote, un malestar, un mal, un malo, un cansar... la rabia, la rabia, la rabia, muerde mis labios y vacía mi corazón.
Dulce fue el día en que pensé en lo eterno, lástima que haya acabado.

Me prostituyo a tu mirada esperando que cobres cada beso que no te di, cada abrazo que olvide, cada caricia que prometí, y tanto adiós que a la mierda se fue.

... tu nombre

A veces pienso de la Vida como quien piensa de los pajaritos al cantar: sólo cantar, y cantar ¡nada menos! sin importar ser oídos por tal o cual músico o poeta, hombre o sin nombre, indiferentes a todos, menos a su musa. Desdichadamente todos se van, vuelan, alto y lejos, se van alejando... a veces pienso en ella y al despertar sólo queda tu nombre.

frente a ti

Quiero sorber la poesía de tus labios al fundirse en la narrativa de los míos.
Sentir el palpar de mis dedos escribiendo eróticos trazos sobre tu piel, mientras tú declamas gritos, estruendosos y soberbios.
Embriagarme en vos quiero, tempestuosa bacante.
Muérdeme hasta que no quede nada más que mi alma desnuda frente a ti.

Después que ya no haya vuelto.

Deseare que las estrellas te guíen si la luz se queda dormida, que tu sonrisa exista en cada rincón, que tus ojos siempre vean el aliento del mar que descansa en tu banco, y un mundo oculto para ti, sin fantasmas ni muertos. Deseare lo mejor para ti donde sea que vaya, incluso después que ya no haya vuelto.

¿Y si caemos jóvenes, volarás?

Yo quiero amar y ser mordido, y odiar y ser bendito.
Quiero un beso turbulento y corrupto mientras quieto me voy volviendo piedra.
Quiero ser carne encubierta, carne sobre carne, rabia sobre la piel.
Quiero que tu mirada me apacigüe y dormir eterno en tus brazos vacíos.

Decía llamarse Amor...

Lo que sentía por ella decía llamarse Amor; ese que duele al respirar, ese que te deja sin fuerzas, ese que te asfixia hasta volverte azul, un príncipe azul listo para recibir en un duelo a la muerte. Lo que sentía por ella, lo dejaría caer en esa melodía: de noche, ella yacía ahí mirando el cielo, observando, meditando, mientras en su mente el frío no tiene nada más para ofrecer que memorias.

La soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse. Así que nada más pienso, recuerdo y respiro. .

¡Ah! qué noche más fría, pero que soledad más acompañada.

Pequeña avecilla

Atrapados en el fuego cruzado
del cielo y el infierno,
aún estamos buscando refugio,
a la verborrea y a sus ruegos.
Ha pasado tiempo sin hablarnos,
entre gritos de Dios y su averno,
avecillas marcadas por su dedo,
chillido de libertad clamada,
hemos tomado la decisión
de decir adiós, hasta luego.

Por si quieres pasar...

Y aún te espero en una esquina de tu vida. Por si quieres pasar, aún estoy en ese desvío que pasaste por alto aquella vez, que ahora parece algo perdido, que ahora esta escondido detrás de una taza de té.

 El tiempo que pasamos solos, nada más fue uno de tantos, porque a veces tengo ganas de tanto y tan poco vuelve a mi, porque he nos aquí aun psicópatas, locos, vagos y soñadores, he nos aquí en esa esquina de tu vida, psicópata de otro cuento.

 No sé si será el tiempo, la noche o tu sonrisa, pero ya veo que es tarde, y ya no queda tiempo, no queda tiempo. Y la Luna nos vigila detrás, la luna del olvido, de los sueños y el olvido, de sueños de olvido, olvidando sueños, nada más Luna quedas a mis espaldas. Y tú no, has cambiado.

Y sin embargo

 Solía guardar una sonrisa para esos momentos... y sin embargo, aún así, no bastaba.
Era tarde, nada más me quedaba algo de tiempo para observarla -nunca dejo mi mirada de estar fija en el brillo de sus ojos-, y luego dar algunos pasos atrás, alejándome en silencio, hasta romper el encanto, hasta el próximo "Hola, ¿cómo estás?".

¡Ay! de la mujer que bebo

¡Ay! de la mujer que bebo,
¡ay! de ideas que pierdo
 sentado en este día mientras tú lloras.
 ¡Ay! del sueño que fue,
 ¡ay! del beso que no más fue
 uno entre todos, mas ninguno para el amar.

 El ayer se pierde en vos,
 mas vos hace mucho que estas perdida.

Portafolio

Puede que su portafolio estuviera lleno pero su poesía seguía inconclusa.

¡Ahí va!

¡Ahí va! lo siento explotar como nunca ¡Ahí vas! te siento reventar como siempre. Ahí vas amor, estas maldito, porque amas y no tienes retorno, reverenciando el melancólico ardor de un corazón herido, te pierdes en la ira de una noche estrellada y una cama vacía.

Vos

 Quizás porque aún te amo, no quiero sanar de ti, pues bien, te digo, está noche nada más pensaba en vos ¿qué más que hacer? vida y sueños, todo parece un juego, en el que a veces se gana, en otras nada más pierdes el turno, y esperas.
 Y sin embargo, caminante noctambula, pensaba en vos, viéndome devorado por ese mundo de fantasía, que brotada de tu imagen enceguecía mis musgosos ojos, a los que en esta noche curar tan inútil ejercicio es, ya que mis manos nada más quieren perderse en los táctiles recuerdos de una versada piel.
 Amor, ebrio está noche te pienso, mas ebrio de palabras y poesía, me quedo en vos.

Pajaritos

 Me gustaba escucharla cantar, porque tenía una voz de sollozo y nostalgia.
 Me la hubiera pasado la vida oyéndola, cantando de cosas inconexas, como deben cantar los pajaritos.

siniestras luces

Y sin embargo siniestras luces acuden, de tanto en tanto, a beber la fantasía de tus labios.

Es el miedo, el palpitar de mi corazón sobresaltado por las sombras nocturnas. Algo te acecha, algo está ahí a la espera, emboscando la poca cautela. Es el miedo y no sé como controlarlo.

(a veces solo falta amar)

Cuando digo pasado

Cuando digo pasado me siento
perder en innumerables recuerdos,
y prender siempre nostálgico
de aquellos que traen al presente
el olor pan tostado con té,
de mañanas perezosas,
caminatas a la escuela.

Cuando digo pasado olvido
si lo vivido fue banal,
y ver como una ola de mar
graba su eco en mis oídos.
Y siento caer la noche
ante la mirada poderosa
de interminables estrellas.

Cuando digo pasado sueño
en un futuro distinto
de penas a fuego vivo
del día a día, hechos.

Y pienso que no nunca todo
tiempo pasado fue mejor.

Y creo que cada quien merece
el pasado que mejor recuerde.