La soledad es un buen lugar para encontrarse, pero uno muy malo para quedarse. Así que nada más pienso, recuerdo y respiro. .

¡Ah! qué noche más fría, pero que soledad más acompañada.

Pequeña avecilla

Atrapados en el fuego cruzado
del cielo y el infierno,
aún estamos buscando refugio,
a la verborrea y a sus ruegos.
Ha pasado tiempo sin hablarnos,
entre gritos de Dios y su averno,
avecillas marcadas por su dedo,
chillido de libertad clamada,
hemos tomado la decisión
de decir adiós, hasta luego.

Por si quieres pasar...

Y aún te espero en una esquina de tu vida. Por si quieres pasar, aún estoy en ese desvío que pasaste por alto aquella vez, que ahora parece algo perdido, que ahora esta escondido detrás de una taza de té.

 El tiempo que pasamos solos, nada más fue uno de tantos, porque a veces tengo ganas de tanto y tan poco vuelve a mi, porque he nos aquí aun psicópatas, locos, vagos y soñadores, he nos aquí en esa esquina de tu vida, psicópata de otro cuento.

 No sé si será el tiempo, la noche o tu sonrisa, pero ya veo que es tarde, y ya no queda tiempo, no queda tiempo. Y la Luna nos vigila detrás, la luna del olvido, de los sueños y el olvido, de sueños de olvido, olvidando sueños, nada más Luna quedas a mis espaldas. Y tú no, has cambiado.

Y sin embargo

 Solía guardar una sonrisa para esos momentos... y sin embargo, aún así, no bastaba.
Era tarde, nada más me quedaba algo de tiempo para observarla -nunca dejo mi mirada de estar fija en el brillo de sus ojos-, y luego dar algunos pasos atrás, alejándome en silencio, hasta romper el encanto, hasta el próximo "Hola, ¿cómo estás?".

¡Ay! de la mujer que bebo

¡Ay! de la mujer que bebo,
¡ay! de ideas que pierdo
 sentado en este día mientras tú lloras.
 ¡Ay! del sueño que fue,
 ¡ay! del beso que no más fue
 uno entre todos, mas ninguno para el amar.

 El ayer se pierde en vos,
 mas vos hace mucho que estas perdida.