3.2.09

Normal

Todo normal. Fue un día común y silvestre, uno más en esta una semana normal.

A mi despertar normal, acompañado de normales bostezos y quejas, le siguió un normal susto de ver que normalmente iba a llegar atrasado a la universidad, por lo que terminé vistiéndome todo desordenado (como normalmente sucede en estos casos). Mi desayuno: té con nada (un té normal).

Normalmente fui corriendo, chocando por la calle con gente que no conocía y que me repelían con normales groserías. Normal fue mi impresión que no llegaría a tiempo para tomar el metro a causa de la normal reacción de los guardias, quienes me detenieron para ver si mi pase era verdadero y normal. Bueno, no lo niego, todo eso me hizo sentir (y pensar) que eran unos comunes y normales idiotas.

Llegue a clases sin ninguna novedad con pocos minutos de anticipación (todo normal, en otras palabras). Soporté estoicamente una clase de matemáticas infinitas y las teorías de la incomprensión. Después del ritual de tomar lista, el profesor empieza sin demora la normal actividad de dar clases y chistes sin sentido.

Todo acaba normalmente en menos de una normal hora veinte.

Busco, entonces, a mis amigos normales (y a los no tanto) y vamos a almorzar, un almuerzo rápido, normal y chatarra. Terminando, me alejo de aquellos seres normales, e iendome hacia un rincón (normal, oscuro y polvoroso), escribo en una pared unas palabras:

"¡Cuidado! Dios todo lo ve... pero no te preocupes, no te va a delatar".

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(*) Corrección del texto publicado en la revista "Pum Pam" (http://pumpam.blogspot.com/2006/05/normal.html).

Ausencia con Ritmo de Tren

te extraño no en la almohada sino en el aire que respiro en las esquinas que doblan las voces de la tarde ayer creí escucharte en el rumor d...