Me pido tiempo,
y una a una,
caen,
sin orden ni sentido,
penas del momento sin lugar.
Te pides tiempo,
y una mentira
aparece,
nacida de un momento,
a quien nada espera ya revivir.
Acordamos un tiempo
y lo que nos resta,
sin más,
después de niuno o todo,
será el silencioso adiós.
adiós, amor, a... ¡dios!
lo de "amor" está de sobra.
"Del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio"
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