13.8.11

pobre

y esa tarde, lo habia comprendido al fin. Sabía que era lo que había estado esperando; pasado el tiempo era libre, era hombre, todo lo que era, todo lo que quería, amante y soñador. Después de un buen día, buenas noches.

Las manos que no heredé

 El niño aprendió a calcular el peligro por el sonido de los nudillos apretándose. Su padre no bebía, pero humillaba, gritaba, construía cas...