1.9.12

Extraordinarios son los cuentos de hadas, pero lo realmente sorprendente es el vivir. El día a día siempre será un reto.

Las manos que no heredé

 El niño aprendió a calcular el peligro por el sonido de los nudillos apretándose. Su padre no bebía, pero humillaba, gritaba, construía cas...