"Del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio"
13.5.13
Decía llamarse Amor...
Lo que sentía por ella decía llamarse Amor; ese que duele al respirar, ese que te deja sin fuerzas, ese que te asfixia hasta volverte azul, un príncipe azul listo para recibir en un duelo a la muerte. Lo que sentía por ella, lo dejaría caer en esa melodía: de noche, ella yacía ahí mirando el cielo, observando, meditando, mientras en su mente el frío no tiene nada más para ofrecer que memorias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las manos que no heredé
El niño aprendió a calcular el peligro por el sonido de los nudillos apretándose. Su padre no bebía, pero humillaba, gritaba, construía cas...
-
Escapé, huí del caos, y me interne en la soledad del parque, a pensar, a curiosear, a mendigar atención y solicitar un minuto de olvido. Di...
-
¿Qué es el miedo? es ignorancia, perdida de la razón y el entendimiento; es soñar de espalda al mundo, pues ya no te satisface; es no tener ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario