"¡Un beso, mi reino por un beso!" gritó, desconsolado, el amante viendo partir a su amada.
Triste, maldito, irritado se cubre el rostro, maldiciendo a la Luna. ¡Por qué la iluminaba a ella!, al darle su luz, aquella majestuosa luna, hacia visible su miserable huida.
Un beso por un alma, una lágrima, un otoño borrando las primaveras en su corazón...
"¡Un beso, mi reino por su beso!" gritó, finalmente, el amante que vio partir a su amada.
Escena siguiente, un salto... y un abismo que jamás devolverá lo escondido.
"Del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio"
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